Basauri celebró sus 90 años de compromiso con el tejido industrial vasco

Se inauguró en 1932 con una capacidad de fabricación de 200 cubiertas y 200 cámaras diarias, actualmente produce una media de 5.000 al día y hasta el 17 de junio fabricó 60 millones

El pasado sábado la factoría de Bridgestone en Basauri celebró una jornada de puertas abiertas, dirigida a sus trabajadores y familiares, para conmemorar los 90 años de la salida del primer neumático Firestone de la cadena de producción de Basauri. Desde su inauguración en 1932, la fábrica ha actuado como un importante motor generador de actividad económica y empleo en el País Vasco. Asimismo, es una de las plantas referentes en Europa de Bridgestone EMIA.

Fue construida en 1932 por la compañía norteamericana Firestone. Tras la adquisición de dicha organización por el Grupo Bridgestone en 1988, la planta pasó a denominarse Bridgestone Hispania, siendo la segunda más antigua del Grupo a nivel mundial -después de la japonesa situada en Kurume que se fundó en 1931-. La primera cubierta se produjo el 17 de junio de 1933.

Un camino hacia la excelencia industrial
La fábrica se constituyó sobre la empresa Comercializadora de Neumáticos S.A. fundada en Bilbao en 1926, y dedicada en la importación y venta en exclusiva de neumáticos de la marca Firestone en España. El gerente de esta comercializadora era Juan C. Oloriz, a la sazón, jefe de la Oficina de la Hacienda provincial vizcaína, y que se convirtió en su consejero delegado.

La empresa contó con el auxilio técnico de la matriz norteamericana Firestone Tire & Rubber Company de Akron (Ohio), fundada en 1900, a la que se pagaba un canon por kilo de neumático producido en la planta de Basauri. El capital inicial fue de 10.050.000 pesetas aportadas por la matriz Firestone (25%), Import Neumáticos y los bancos de Bilbao, Vizcaya, Hispano Americano, Banesto y Urquijo, cada uno con 1.250.000 pesetas.

El caucho se importaba de Sudamérica, la tela se traía de Cataluña y la maquinaria de Estados Unidos. La sociedad llegó a acuerdos con empresas locales para recibir otros elementos necesarios, como con Altos Hornos de Vizcaya que suministraba llantas y ruedas.

La factoría se inauguró en 1932 con una capacidad inicial de producción de 200 cubiertas y 200 cámaras diarias, aunque luego amplió sus productos hacia las correas y forros de freno. Durante la Guerra Civil y la inmediata postguerra, la falta de materias primas la obligó a producir carretillas, bujías y artículos esmaltados. En 1938, adquirió la fábrica de hilados “Josefina”, sita en Usánsolo.

En 1988 la firma japonesa Bridgestone adquirió la matriz Firestone, unificando su negocio en Europa en 1994, por lo que las instalaciones de Basauri, Burgos y Puente San Miguel (Cantabria) pasaron al nuevo Grupo. Actualmente, pertenecen a la Región Suroeste de Bridgestone EMIA, siendo un tridente referente en Europa.

Una planta clave para Bridgestone EMIA
La planta se ha convertido en una de las más importantes y productivas con las que cuenta el Grupo Bridgestone.

Con una capacidad de producción diaria de 5.000 cubiertas de camión y autobús, en sus 105.000 metros cuadrados de superficie trabaja una plantilla de 900 personas encargadas de fabricar neumáticos de la marca Bridgestone, Dayton y Firestone. Además, hasta el próximo 17 de junio habrá conseguido producir 60 millones.

En la actualidad elabora, junto con la factoría polaca de Stargard, las cubiertas de camión y autobús de Bridgestone que se distribuyen por Europa, y es proveedora de fabricantes líderes de primeros equipos como: Iveco, Leyland, Mercedes, Man, Renault, Scania y Volvo, entre otros. Además, exporta el 90% de su producción.

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