Construirá nuevas instalaciones para albergar una línea más de elaboración de goma para neumáticos y para incrementar la capacidad de almacenaje de productos químicos.
Productividad, paz social y compromiso con la innovación constituyen la combinación perfecta para la consecución del éxito empresarial. Y la planta de Bridgestone en Burgos reúne los tres requisitos, lo que le permite seguir apostando por el futuro de la fábrica con nuevas y millonarias inversiones. El fabricante tiene prevista una ampliación de sus instalaciones, en más de 7.500 metros cuadrados, para intensificar la capacidad de producción de goma y para incrementar el volumen de almacenaje de químicos necesarios para la fabricación de los neumáticos. En total, la multinacional tiene previsto desembolsar 45 millones de euros, en lo que supone la inversión más importante de los últimos 5 años en Burgos.
Ser la planta más productiva del grupo en el mundo la sitúa en una posición privilegiada en los planes de futuro de la empresa. Después de redoblar su apuesta por Burgos con la construcción de una plataforma logística en Villalonquéjar IV. La mayor parte de las nuevas instalaciones -4.700 metros cuadrados- que empezarán a ejecutarse en los próximos meses están destinadas a albergar una nueva línea completa de mezclado (tipo Bambury) para incrementar en 70.000 toneladas al año la producción de goma para los neumáticos. Se trata, por tanto, de la décima línea que se pondrá en marcha en la planta, que dispondrá -al margen de una cámara de mezcla- de un sistema robotizado de carga de balas de caucho, dotado con visión artificial para alimentar los diversos tipos de caucho que la nueva línea es capaz de procesar. Por tanto, la apuesta por la innovación resulta clara.