Silvia Pérez Álvarez es desde julio la nueva Plant Controller de la sede de Bridgestone en Burgos. Un trabajo que conoce a la perfección, pues hasta ahora había sido la Manufacturing Controller, es decir, la mano derecha del anterior responsable.
Esta burgalesa lleva desde 2006 trabajando para la fábrica, cuando entró como becaria. Al año siguiente ya se quedó contratada y desde entonces se ha dedicado a dar soporte al departamento de administración y contabilidad de la empresa.
Sus funciones no variarán en exceso, siendo la encargada de vigilar la salud financiera de la planta, elaborar y cumplir los presupuestos, reportar los datos económicos a la central de Bridgestone en Bruselas, tramitar subvenciones y dirigir la parte operacional y administrativa.
Aunque como ella misma dice: “aquí cada día es distinto. Sí que tenemos un trabajo cíclico como el cierre contable de cada mes, pero en realidad cada jornada depende de la situación y las necesidades de ese momento”. Un puesto, quizás, con mayor responsabilidad, pero con el mismo dinamismo e importancia que cuando fichó por primera vez.