Se ha realizado un estudio hidrogeológico para poder abastecerse de agua subterránea

Debido a las sequías durante las épocas estivales, la fábrica de Burgos junto con la Confederación Hidrográfica del Duero, ha realizado un estudio para poder abastecerse mediante un pozo de captación de aguas subterráneas. El paso previo es la validación de la cantidad de agua que se podría obtener del terreno. Es trabajo hidrogeológico determinará si el proyecto es viable y, en ese caso, conocer la posición del agua, la cantidad y la profundidad. Con él se han obtenido una serie de conclusiones que determinarán dónde y con qué dimensiones se puede llevar a cabo, así como el sistema de bombeo necesario y otras características tecnológicas. Si todo trascurre correctamente, los procesos administrativos se iniciarían a principios de 2021, teniendo que salir los trámites a luz pública para que cualquier
organización pueda presentar alegaciones si lo cree oportuno. Una vez validado, se comenzarían las construcciones del nuevo procedimiento de bombeo, el sistema de almacenamiento mediante tanques superficiales, el equipo de filtrado… con vistas a que fuera operativo en 2022. Con un suministro de agua in situ se prevendrían no solo los problemas de estiaje, sino también el riesgo de pérdidas de bombeo y rotura de tuberías, ya que actualmente el agua se extrae del río Arlanzón a través de más de dos kilómetros de conductos.

Conjuntamente, la iniciativa cuenta con un objetivo secundario: eliminar la balsa de refrigeración que se utiliza como pulmón del agua extraída. Su retirada permitiría ganar una gran superficie de terreno para otros usos.