El objetivo es dar un mayor carácter de propiedad de la máquina a los operarios al tiempo que se les forma para mantenerla en condición base.
Después de su implementación en otras células como Vulcanización, Construcción o Mezclas, el pilar AM se ha comenzado a desplegar en la sección de Preparación. Un proceso que tiene dos grandes objetivos: el primero es dar un mayor carácter de propiedad de la máquina a los operarios y el segundo formar a estos en una serie de habilidades para que puedan mantener la máquina en condición base en todo momento.
Para ello, el AM o mantenimiento autónomo divide la máquina en cinco partes, una por cada turno de trabajo, y cada una es asignada a un empleado, quien pasa a ser el responsable de esa zona con el fin de conseguir eliminar las pérdidas y los parones por pequeños fallos y averías. Un cuidado que se realiza mediante inspecciones diarias y una instrucción continuada que va desde el mantenimiento más básico al más sofisticado.
Así, se consiguen identificar las anomalías y conocer los procedimientos necesarios para corregirlas, además de saber perfeccionar los estándares de las condiciones óptimas de las máquinas o los materiales.
El despliegue de AM se desarrolla máquina a máquina y en esta célula se inició el pasado mes de marzo en la cortadora metálica y ha ido efectuándose escalonadamente en el resto: cortadora 3, cortadora 1… Su proceso transcurre en diferentes pasos o steps en los que se van estableciendo tres herramientas del BME: el CIL (Clean, Inspection y Lubrication), que es la limpieza, inspección y lubricación, el Defect Handling, encontrar los defectos en las máquinas y su reparación para una puesta en condición base, y el CL (Center Line), parámetros de control para que la máquina y el proceso no fallen. Una vez que se ha llegado al final de un step, se hace una auditoría para comprobar el grado de competencia en la formación y si es el adecuado se va pasando de nivel.