Jenaro Uralde Fernández regresó a la fábrica a la que entró con 41 años como operario
No cuenta, y tampoco lo dice ahora, el secreto para superar con solvencia los 90 y en semejante estado de salud. Vitalidad y jovialidad, son palabras que rezuman por todos sus poros. Se trata del bilbaíno Jenaro Uralde Fernández,
que con 92 años ha vuelto a su lugar de trabajo 33 años después. Nació el 8 de marzo de 1930 en Zorroza, donde ha vivido desde siempre, y se encuentra en el selecto grupo de trabajadores más longevos que integra también Elena Azkue Madariaga de 102 años y que se visitó la planta el año pasado.
Uralde, ha podido realizar un breve recorrido por las instalaciones acompañado por su hijo, Iñigo Uralde y diferentes miembros del equipo directivo y trabajadores de la factoría. Además, ha recibido de manos de la directora de RR.HH. de la fábrica de Bridgestone en Basauri, María Aldecoa una placa conmemorativa. «Estas personas son un referente para continuar haciendo camino y merecen un homenaje. Ellos son nuestra inspiración para enfrentar los retos cotidianos y trabajar por una sociedad resilente y sostenible», ha señalado.
Desembarcó en la compañía en 1961 como operario en el almacén de Productos Terminados, « para llegar a retirarme en 1989 como jefe de Almacén. Previamente, y con el título de delineante bajo el brazo, ejercí como administrativo en la empresa Llano y Escudero que pasó posteriormente a denominarse Industrias Químicas Canarias », evoca con una lucidez poco habitual en una persona de su edad.
Se casó con Concepción de Indautxu con la que tuvo 5 hijos –3 chicos y 2 chicas– y ahora ve la vida pasar desde su barrio natal. Muy aficionado a la pala, a las eternas partidas de mus y tute con amigos y a descubrir diferentes puntos de Euskadi y España, ahora sus días transcurren ahora «en casa, tranquilo. Acostumbro a levantarme a diario a las 9 de la mañana y a continuación desayuno fruta y un café con leche » , reconoce con un fluido discurso.