“Ser diferente es una ventaja, no un obstáculo”: La directora de PSM marca su liderazgo femenino en la industria

Natalia García, recientemente nombrada directora de la planta de Puente San Miguel, revela los retos a los que se ha enfrentado como mujer en un sector tradicionalmente masculino, sus metas para la fábrica y su enfoque en la innovación y sostenibilidad.

Con una mezcla de orgullo, responsabilidad y entusiasmo, la nueva directora se enfrenta a un desafío que marcará un hito en su carrera. A lo largo de esta entrevista, comparte su visión sobre el liderazgo femenino, la importancia de la diversidad en la industria y su estrategia para consolidar la planta como referente en eficiencia e innovación tecnológica.


¿Cómo te sientes al convertirte en la directora de la factoría?

Es un momento muy especial para mí. Asumir este rol es la culminación de muchos años de esfuerzo y aprendizaje. Estoy ilusionada y llena de energía para enfrentar los desafíos que vengan. Puente San Miguel es una planta clave en nuestra operación, y poder liderarla me llena de orgullo. Además, me entusiasma trabajar con un equipo nuevo y aportar mi experiencia para llevar a la planta al siguiente nivel.

¿Qué significa ser promovida a este puesto?

Es un reconocimiento a mi trayectoria, pero también un recordatorio de la responsabilidad que conlleva. No solo es un paso adelante en mi carrera, es una muestra de confianza en mi capacidad de liderazgo y en lo que puedo aportar. Me siento honrada, pero sobre todo, comprometida con hacer de esta planta un ejemplo de excelencia.

En un sector tradicionalmente dominado por hombres, ¿qué desafíos has enfrentado y cómo los has superado a lo largo de tu carrera?

Ser mujer en este sector significa, en muchos casos, tener que demostrar tu competencia una y otra vez. Pero el mayor reto fue encontrar mi propio estilo de liderazgo. Al principio, intentaba liderar como mis colegas hombres, para integrarme, pero pronto me di cuenta de que lo que me hacía diferente era justamente lo que podía aportar. Dejar de intentar ser como los demás y abrazar mi perspectiva única me permitió destacar. Hoy lidero desde la empatía, la diversidad y la colaboración, convencida de que eso es lo que enriquece a cualquier equipo.

¿Cómo va a influir tu experiencia como ingeniera en la fábrica de Bilbao en tu enfoque de liderazgo y gestión para la planta de Puente San Miguel?

Mi paso por Bilbao me dio un entendimiento profundo de los procesos técnicos y operativos, algo esencial para tomar decisiones estratégicas. Pero lo más valioso fue la experiencia en la transformación cultural que viví allí. Aprendí que liderar no solo es cuestión de dirigir, sino de escuchar y entender a las personas. En Puente San Miguel aplicaré ese enfoque colaborativo, combinando lo técnico con la gestión humana para crear un entorno de trabajo motivador y eficaz.

¿Cuáles son tus principales objetivos y prioridades en este nuevo rol como directora?

Seguridad, eficiencia y bienestar son mis pilares. La seguridad es lo primero, sin duda. Luego, busco optimizar la operativa para hacerla más eficiente y competitiva. Además, quiero fomentar un ambiente de trabajo inclusivo y motivador, donde cada empleado se sienta valorado y pueda dar lo mejor de sí mismo.

¿Qué cambios o innovaciones planeas implementar en la planta?

La digitalización será una de mis principales apuestas. Queremos que la planta sea un referente no solo en eficiencia operativa, sino también en innovación tecnológica. Seguiré nuestro plan estratégico de OGSM, centrándome en la mejora continua y en la implementación de prácticas innovadoras que garanticen nuestro liderazgo.

Kepa Hernández ha dejado un legado importante en esta planta. ¿Cómo planteas continuar con su trabajo y al mismo tiempo ir implementando tu propia huella?

Kepa hizo un trabajo extraordinario, y no tengo intención de borrar su legado. Mi enfoque será el equilibrio: mantener lo que ha funcionado bien e introducir mis propias ideas y estrategias para mejorar. Creo firmemente que la continuidad y el cambio pueden coexistir, y lo haré de la mano del equipo, asegurando que cada paso esté alineado con nuestras metas.

¿Qué importancia tiene para ti promover la diversidad y la inclusión en la industria?

Es absolutamente crucial. La diversidad no es solo una cuestión de justicia, es una ventaja competitiva. Equipos diversos son más creativos, más innovadores y más eficientes. Quiero asegurarme de que cada persona, independientemente de su género, origen o experiencia, tenga las mismas oportunidades para crecer y contribuir al éxito de la planta.

¿Qué consejo les darías a las mujeres jóvenes que aspiran a alcanzar puestos de liderazgo en Bridgestone y en otras industrias tradicionalmente dominadas por hombres?

Que confíen en sí mismas y no se dejen limitar por los prejuicios ajenos. La clave es rodearse de personas que te apoyen, encontrar mentores y, sobre todo, no tener miedo de asumir desafíos. Cada obstáculo es una oportunidad para demostrar lo que vales.

¿Cómo ves el futuro de la planta en términos de sostenibilidad y responsabilidad ambiental, y qué pasos piensas tomar en esta dirección?

El futuro es verde, sin duda. Tenemos previsto instalar paneles solares este año, lo que será un primer paso hacia la reducción de nuestra huella de carbono. Mi compromiso es asegurar que todas nuestras operaciones sean lo más sostenibles posible, no solo por el impacto ambiental, sino porque es esencial para nuestro éxito a largo plazo.

¿Qué papel crees que juega la innovación tecnológica en el futuro de Bridgestone y cómo planeas integrarla en las operaciones de la planta?

La tecnología es el motor del futuro. La inteligencia artificial y el análisis de datos son ya herramientas fundamentales para optimizar nuestras operaciones. Sin embargo, la innovación no es solo tecnología; es también una mentalidad. Quiero crear una cultura donde la innovación sea parte de nuestro ADN, donde no temamos experimentar y siempre busquemos mejorar.

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