La empresa está desarrollando un proyecto que conllevará una profunda remodelación de cruces y pasillos
Consciente del peligro que supone el tráfico en la planta, Bridgestone Burgos está implementando una remodelación de sus cruces y pasillos con el objetivo de proteger al peatón, evitando atropellos y accidentes, y regular mejor el tránsito de vehículos.
Este proyecto comenzó en septiembre de 2020 y se espera que quede concluido a finales de 2023. Para empezar se llevó a cabo un análisis de riesgos tras examinar cruce por cruce y pasillo por pasillo, valorando cada densidad de tráfico, visibilidad, protecciones para los viandantes, señalizaciones y anchuras de los carriles.
Este trabajo definió unos puntos críticos que ya se han empezado a proteger para la circulación de peatones mediante vallas y portillos que impiden el libre paso y obligan a mirar a ambos lados antes de cruzar. Además, también se han retirado muchos pasillos peatonales al considerar la empresa que había demasiados en la planta, al tiempo que se han dividido distinguiendo de blanco aquellos destinados al tráfico peatonal y de amarillo discontinuo los de tráfico interno.
Los pasillos blancos se utilizarán para trasladarse desde el vestuario hasta el departamento o el área de trabajo y los amarillos discontinuos solo podrán ser usados por el personal del sector para ir desde el meeting point hasta su máquina y circular por dentro de dicha zona.
Esta regulación continuará en 2022 con la instalación de semáforos que irán dando prioridad a determinados pasillos y cortando el paso en otros. También se ha decidido instalar calles de dirección única y sensores en las carretillas que sean capaces de detectar tanto otros vehículos como viandantes. Por último, se espera efectuar un control de la velocidad en las carretillas en curvas y pasillos concretos.